Bodas contadas como un foto-reportaje
Historia completa del día desde la intimidad de preparación hasta el final de la noche
Un desafío: Lograr conocer y capturar la personalidad de muchas personas
Diez años como foto-reportero free-lance para revistas han dejado huellas en mi manera de cubrir una boda. Necesito conocer a la gente y me preocupo en percibir quienes son para sacar fotos que les correspondan. Por eso mismo no quiero empezar a cubrir una boda a partir de la ceremonia. Necesito empezar mucho antes con la preparación de los novios. En la intimidad de sus habitaciones con sus familiares y amigos queridos, puedo conocer todas esas personas importante, aprender sobre sus maneras de ser y de reírse, lo que me será util todo el día para obtener imagenes que cuentas esas relaciones peculiares entre ellos.
El cuidado permanente de la luz
Siempre he sido atento al manejo de la luz en todo mis fotografías y las bodas no hacen excepción. Por eso siempre manejo flashes externos o rebotes adicionales durante todo el día, no para iluminar sino para pintar el escenario. Así puedo controlar un sutil balance entre luz natural y artificial para que cada escena ponga en valos a las personas. Como en una boda todo se mueve muy rápido, tengo un asistente que me apoya en esa tarea de la luz.